Para Tí, allá donde estés: Auténtico Gourmet

Mi padre tenía un paladar exquisito. Siempre fue así. Sabía apreciar el arte culinario desde las recetas tradicionales hasta las más innovadoras creaciones.

A menudo recordaba cuando de pequeño, regresa a casa y su madre tenía en un gran plato lleno de tomate frito casero -de ese que tardas una mañana entera en preparar- y él mojaba pan de pueblo como si se tratasen de magdalenas. Un sabor difícil de explicar, exquisito, extraordinario... se relamía mientras lo contaba.
Todavía se acordaba de la patatera, del gazpacho de la mamma, los potajes de Semana Santa, los cocidos, los pimientos asados en ensalada, los bocatas...

Hablar de comida era como dibujar una sonrisa en su cara.

Todos sabemos además, los buenos recuerdos que asociamos a determinados sabores y olores que sólo el pensar en ellos, nos hace un poco más felices.

Por si fuera poco, y sin menospreciar nuestra rica gastronomía, en sus primeros viajes a Francia mi padre descubrió nuevos alimentos y platos de esos que te dejan sin habla: los quesos, los vinos, las carnes, los patés, la mousse au chocolat...Cosas que hoy en día conocemos porque la "nouvelle couisine" está de moda pero que en los años 70 eran toda una novedad.
En este apartado pretendo recopilar aquellas recetas y alimentos que formaban parte de la lista Gourmet de mi padre y que permitan conocerle un poco más.
Os advierto que tenía muy buen gusto, así que si os animáis, ya sabéis...¡manos a la obra!
¡Qué aproveche!